sábado, 4 de julio de 2015

La albahaca, sabor esencial en la cocina italiana

ensalada con mozzarella de búfala, tomate natural y hojas de albahaca fresca


La albahaca es una hierba aromática presente en diversidad de platos de la gastronomía italiana desde sus orígenes, como es el caso de la pizza margarita.

En general, la cocina mediterránea emplea con frecuencia la albahaca, que se puede consumir fresca o seca para aderezar ensaladas y sopas de verduras o para elaborar salsas para pasta y guisos de carnes.

Es famosa la salsa pesto, originaria de la región italiana de Liguria, que se elabora con esta hierba aromática, aceite de oliva, piñones y sal. Asimismo, la albahaca tampoco puede faltar entre los ingredientes de la especialidad italiana “Parmigiana di melanzane”, (Berenjenas a la parmesana), que, además, lleva berenjenas, salsa de tomate, parmesano rallado, mozzarella fresca, aceite de oliva y sal.



La albahaca combina muy bien con el tomate, prueba de ello son la pizza margarita (mozzarella, salsa de tomate y albahaca fresca), la ensalada Caprese (mozzarella de búfala, tomate natural y albahaca fresca) y la versión Caprese en pizza, que incluye los mismos ingredientes que la ensalada que recibe el mismo nombre.  Además, esta planta aromática también combina con la cebolla, el ajo y las aceitunas.



Cómo se cultiva la albahaca

Planta de albahaca en su estado natural

La albahaca pertenece a la familia de las plantas lamiáceas y procede de la India, Irán y otras regiones tropicales de Asia. Se cultiva durante todo el año en climas cálidos sembrándose en semilleros a finales del invierno o en macetas en un invernadero a principios o mediados de la primavera. Para crecer esta planta necesita sol, así como suelos fértiles, permeables y húmedos, y es muy sensible a las heladas.

Aunque el cultivo de la albahaca siempre se ha hecho de la forma que acabo de describir, en la actualidad se está llevando a cabo un experimento de cultivo de albahaca submarina en Liguria, en una pequeña “granja de Nemo”, tal y como explicó a la AFP su impulsor Sergio Gamberino, director de Ocean Reef, en un artículo de La Razón.

Para llevar a cabo este experimento, a 100 metros de la orilla y 8 metros de profundidad, se han colocado tres campanas de plástico fijas en el fondo del mar (a modo de invernadero), en el que se han colocado los recipientes de abono donde se siembra la albahaca. En ese “invernadero” la albahaca tiene la humedad apropiada (80%-90%) y goza de estabilidad térmica, además de poder crecer lejos de los insectos y parásitos que hay en la tierra.


De hecho, la albahaca submarina ha sido considerada una de las 20 innovaciones destacadas por Italia en la Exposición Universal de Milán 2015, ya que podría llegar a ser una solución para las regiones costeras áridas, según Gamberino.