miércoles, 17 de junio de 2015

Combinaciones infinitas de ingredientes para pizza

Una bandeja de porciones de pizza de diferentes sabores

¿Qué ingredientes se pueden añadir a una pizza? En Italia las pizzas contienen mayor variedad de ingredientes que las que hacemos normalmente en España.

De hecho, los italianos comen pizzas que contienen muchas verduras como la berenjena, calabaza, calabacín y incluso algunas llevan patata. Aunque  en un primer momento puede parecer extraño comer pizza de patata, que es muy típica en Roma, el sabor es delicioso y nada insípido porque también lleva romero, lo que le da un toque peculiar.

A la hora de elaborar pizza, los cocineros italianos utilizan sus productos típicos, como por ejemplo, los que podríamos llamar sus “embutidos italianos” tales como el speck y la bresaola, así como sus pancetas (el guanciale y la panceta arrollada). Todos ellos son ingredientes idóneos para pizzas que combinan muy bien con diferentes tipos de alimentos.

El speck

Finas lonchas de speck

El speck es un ingrediente habitual en pizzas y pasta, que, por ejemplo, nosotros usamos en nuestra pizza Arrivederci y en la salsa para pasta con boletus.

Para los que no lo conozcan, se trata de un jamón ahumado típico de la zona norte de Italia, en concreto de la región del Trentino-Alto Adige. Al igual que el jamón serrano español, el speck se elabora con las patas traseras del cerdo, pero, sin embargo, en Italia se deshuesa y divide en trozos que se curan en sal y con diversas especias. Después de mantenerlo en reposo durante varias semanas, se ahuma y se deja madurar, al menos, durante cinco meses. El resultado final es un tipo de jamón con sabor a enebro y un toque ahumado.

La bresaola

Un plato de ensalada con carpaccio de bresaola, rúcula, parmesano, pesto y piñones

La bresaola se obtiene después de salar y curar durante dos o tres meses la carne de ternera. Este embutido se produce principalmente en el valle de Valtellina, en la región de Lombardía. Se trata de un ingrediente italiano muy común que en Italia es típico servirlo cortado en finas lonchas aliñadas con aceite de oliva, zumo de limón, sal y pimienta.

La bresaola se considera una carne sin apenas grasa y rica en proteínas, por lo que se recomienda también en las dietas. Puedes tomarla en ensalada, como por ejemplo, la ensalada carpaccio de bresaola, o como ingrediente de pizza, junto con rúcula, tomate y parmesano, una combinación explosiva de sabor.

La panceta arrollada

Rollo de panceta curada y condimentada

Otro de los ingredientes típicos italianos es la panceta arrollada, un tipo de carne curada parecida a la panceta española pero que se elabora a partir de un tratamiento diferente. La panceta arrollada se cura en salazón y se condimenta con nuez moscada, hinojo, pimienta, guindilla y ajo, lo que le da un sabor muy característico, para posteriormente dejarla curar entre uno y tres meses.

La panceta arrollada también es un ingrediente para pizzas, que combina con otros sabores como el boletus y el queso parmesano, tal y como puedes comprobar en nuestra pizza del Chef.

El guanciale

Guanciale cortado en dados sobre una tabla de madera

El guanciale es una panceta que se prepara con el carrillo del cerdo, de ahí su nombre, ya que “guancia” significa “carrillo” en italiano. Esta chacina italiana sin ahumar se produce en el centro de Italia, especialmente en Umbría y Lacio.

Para elaborar el guanciale, hay que frotar el carrillo del cerdo con sal y pimienta o pimentón y dejarlo curar durante tres semanas. Aunque tiene un gusto parecido a la panceta italiana, el guanciale se caracteriza por tener un sabor más intenso y una textura más delicada. Si te apetece descubrir este sabor, no dejes de probar la salsa amatriciana, que incluye esta chacina italiana en su elaboración.

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